Cuando en el estudio hablaron de empezar a dibujar para llegar a organizar una exposición protagonizada por mujeres primero pensé que el retrato aún se me venía grande. Pero mi mente es así, primero dice no, como un primer suspiro, pero a la velocidad de la luz empieza a sonar una vocecilla que dice sí, sí, sí puedes…. Y entonces yo digo bien alto Sí.
Este no fue un sí cualquiera, porque a la hora de pensar a quien podría retratar se me vino a la cabeza un rostro muy particular, quizás demasiado complicado para alguien que está empezando con el retrato, pero no sé cómo ni por qué… quise que fuera ella.
Ay Benedicta! que entretenida me has tenido y que buen rato hemos pasado «juntas» aunque tú lo sepas. Eso sí, me he visto en un auténtico «O que arde», pero siento que he salvado el reto.
Por muchos retos más!
