SILVIA CASTIÑEIRAS

Periodista/Presentadora

¡Has llegado a los 40! Prepárate porque a partir de ahora te has convertido en noticiable, eres objeto de deseo de cualquier circunstancia de la vida cotidiana o protagonista de todo aquello que pueda ser, parecer o llevarse a lo extraordinario (la mayoría de las veces no lo es). Vamos, que eres carne de titular.

Ser madre a los cuarenta, cómo ponerte unos vaqueros a los cuarenta, cómo viajar a los cuarenta, planes para los cuarenta, peinados si tienes cuarenta, cortes de pelo más favorecedores si tienes cuarenta, reiventarte a los cuarenta, maquillaje para los cuarenta, tener pareja a los cuarenta, series de TV que te van a gustar si tienes cuarenta, deporte a los cuarenta, beber vino a los cuarenta, qué comer a los cuarenta… Y además, si eres de los que cumpliste los cuarenta en el año de la cuarentena, habrás sido pasto de todos los chistes, memes y juegos de palabras habidos y por haber de todo el 2020.

Y… de los creadores de “Todo te pasa a los cuarenta” (y cuando sumes el 1, el 2, el 3… ) llegamos a “Vacunarte a los cuarenta”. En este capítulo de la vida hemos estado a las puertas de entrar en la ‘ancianidad’ porque nunca tantos adjetivos se han necesitado para describir y llenar renglones sobre los rangos de edades, a veces descabellados. Lo cierto es que llegamos al turno de pinchazos con esa sensación de “¿ya nos toca?, pero si aún tenemos cuarenta!”. Aún no hemos aprendido a ponernos los vaqueros y a cortarnos el pelo como una de cuarenta y ya nos estamos vacunando.

Cuando esto de la inmunidad empezó fue algo así como cuando te imaginas a los 15 como será tu vida a los 30, ese momento en el que ya serás una señora, pensando que pasará una eternidad por delante hasta que te plantes en esa etapa. Y de repente, no sabes de qué manera, llega, pasa, y la mayoría de las veces no te has visto como te veías en tus pensamientos de adolescente. Sin más, mientras pensábamos aquello de cuándo llegarían a nosotros, queridos cuarentones ya hemos pasado por la aguja. Seamos sinceros, ¿no has estado en la cola esperando la Pfizer, la Moderna o la Janssen (nuestros nuevos colegas, porque alguno de ellos nos acompañará siempre) pensando que el de delante, o el de más adelante, no puede tener la misma edad que tú?, ¿no has estado en la cola echándote unas risas con viejos conocidos, o desconocidos, sobre nuestra existencia? La vacuna ha servido para vernos maravillosos, aunque no hacía falta (para esto). ¿Pasa algo a los cuarenta de lo que yo no me haya enterado? No somos los nuevos treinta, somos los cuarenta, tal como somos.

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